Por Gregorio Moya E.
Nos han convencido de que la
crisis en República Dominicana es una crisis meramente fiscal. Gobierno,
oposición, incluso algunos sectores progresistas esencializan el carácter fiscal
de la crisis. Nada más alejado de la realidad. La crisis fiscal es la forma de
una crisis de contenido económico y social profundos. La crisis actual es una
crisis del capitalismo, con su complejidad y carácter multidimensional.
La actual crisis, que se expresa
como crisis fiscal, tiene su base en la crisis estructural del capitalismo.
Igualmente, es de rigor
comprender (para vencer) que no es una simple crisis coyuntural. Esta es una
crisis que se ha aposentado en una onda larga recesiva, con periodos de
recuperación cortos, una crisis anclada en un capitalismo agonizante, que
empuja la humanidad a la barbarie, porque a esta crisis capitalista le acompaña
una crisis de alternativa, de dirección revolucionaria, que al final es lo que
permite la entronización de la barbarie capitalista.
Si bien es necesario explotar la
importancia política y la denuncia de la crisis fiscal y sus beneficiarios, hay
que entender que esta se produce porque hay una estructura, un modo de
producción, una organización social y política que permite este tipo de
situaciones, que tiene como beneficiarios, grupos minúsculos de la sociedad que
se enquistan en la estructuras de poder del Estado o empresarial.
Esta dimensiones en que se manifiesta
la crisis, la fiscal, es consustancial al capitalismo, que nació chorreando
sangre por los cuatro costados, que continúa sangrando a la humanidad, pero que
hoy chorrea la pus de un sistema que no tiene futuro, que no se ha caído porque
no tiene para donde caer.