Por Matías Bosch
Tienen razón. Los haitianos tienen la culpa. Es por ellos que no hay dinero suficiente para la salud, y no por los políticos que apenas consignan un 1.5% del PIB para que estemos sanos, en lugar del 5% que debería ser. Es por los haitianos que nos falta educación, y no por culpa de los que durante décadas apenas daban un 1 ó 2% del PIB de presupuesto, violando la Constitución y la ley. Es por los haitianos que falta el dinero y que el Estado recauda solo un 14% del PIB para financiar servicios dignos, porque si fuera por nuestros políticos y nuestra prensa independiente, los ricos y poderosos pagarían más impuestos.
Es cierto, son los haitianos quienes provocan que a los dominicanos les falte el empleo y se les pague mal. No es culpa, para nada, del Código de Trabajo de Balaguer y del Comité Nacional de Salarios, donde siempre los gobiernos y los patronos se han puesto de acuerdo para que el 60% de los trabajadores gane salarios por debajo de la línea de pobreza, con menos de los 6000 pesos.
Como ya se ha dicho, son los haitianos quienes con armas y tanques de guerra se toman las torres de lujo y los hoteles para construirlas ellos. No son el salario miserable que se decreta en el país, ni el empresariado rapaz y rentista que se aprovecha de la desesperación de los migrantes por sobrevivir, para ganar más pagando lo menos posible. Los dominicanos prefieren manejar motoconchos que trabajar en una construcción o una zona franca porque no les gusta hacerse ricos con los sueldos que pagan ahí.
Es real, los haitianos han hecho de las provincias fronterizas su territorio. No es responsabilidad de los gobiernos, del Congreso Nacional ni de los grandes inversionistas que ha condenado a los pueblos y campos de la frontera a una miseria sin igual, que hace que los dominicanos huyan, y los haitianos, que huyen de una miseria aún peor, resistan y se queden igual. Tal y como dijimos en días pasados, la tasa de pobreza en la frontera da terror: Elías Piña, 83.2%; Pedernales, 74.6%; Bahoruco, 74.5%; Independencia, 72.9%; Barahona, 65,2%; Montecristi, 61.3%; Dajabón, 53.9%.
Claro que sí, son los haitianos los invasores, los que violan nuestra soberanía y quieren tomar República Dominicana, a punta de poner blocks, vender aguacates y guineos en las calles. No son el DR-CAFTA, los contratos con las grandes mineras, las garantías de bajos salarios y bajos impuestos para las cadenas hoteleras y las zonas francas. Son los haitianos y no CLARO ni ALTICE quienes dominan las telecomunicaciones, quienes controlan los combustibles y la generación eléctrica. Son los haitianos los dueños de las ARS, de las AFP y de los bancos. Y si todas esas leyes antinacionales existen, si las constructoras brasileñas nos han cogido por el pescuezo, es por los haitianos y no por Vincho Castillo, que él y su familia nunca han trabajado en el Estado ni sabían que eso estaba pasando.
¿Y cómo se nos podía olvidar? Fueron los haitianos quienes entraron por la fuerza, no fueron Trujillo, Balaguer, Guzmán, Jorge Blanco, los Vicini y los ingenios norteamericanos quienes trajeron a los miles y miles de cañeros; no fue Milton Ray Guevara quien por un tiempo trabajó directamente en la importación de esa mano de obra forzada.
Que se vayan los haitianos al infierno con eso de querer migrar para mandar remesas a su familia. Los grupos que mandan en RD sí saben hacer bien las cosas. Los 1,299,668 dominicanos que se han ido de aquí y que en 2016 enviaron 250 mil millones de pesos en remesas, lo hicieron como decía Balaguer, “por no ser dominicanos de corazón”. Mucho menos corazón tienen los 1,007 dominicanos que cogieron en 2015 yéndose en yola a Puerto Rico. Esos no son invasores, se van porque no agradecen a los patricios que nos dirigen y que defienden el país, ese que los haitianos quieren destruir.
Fuente: http://acento.com.do/2017/opinion/8474615-los-haitianos-tienen-la-culpa-nos-estan-mareando/