Por Gregorio Moya E.
Los datos de las entidades de comercio, bolsa, finanzas y economía en general dan cuenta de que la crisis no cesa, que lo peor no ha pasado como dijo el presidente Leonel Fernández.
Una expresión de la crisis es el lenguaje, comprendiendo que este es un componente de la realidad, no sólo un reflejo, que es medio para expresar el estado de ánimo de las personas, para expresar lo que la gente piensa y vive... y siendo medio, el mismo es materia de la realidad.
Es por ello que vemos términos que son sintomaticos de la crisis capitalista actual. Términos no necesariamente de la ciencia económica ni las finanzas, sino términos coloquiales que describen la realidad.
Incertidubre, colapso, valores de refugio, a la baja, bajista, rebote, espiral bajista, mañanitas de subita, tardes de corrección, sangría, cautela ante el rebote, panorama desolador, fuertes caidas, malas noticias, paro, tasa de paro, plan de estímulo, grandes caídas, sobreventa, ajuste. Son todos estos, dentro de la multitud que diariamente leemos y oímos de los especialistas, de las instituciones, de los diarios. Es decir, no de la gente común, sino de los versados, que necesitan el leguaje de la cotidianidad para describir lo que pasa en el capitalismo hoy día.
Esas palabras describen, no solo una realidad de crisis, también una tendencia.
Si bien la economía funciona influenciada por elementos extraeconómicos como es la confianza, sin dudas que ello no es suficiente. Hay una base objetiva de la economía, la llamada economía real. La crisis no es solo financiera o especulativa. Es productiva, social, medioambiental...integral para decirlo en una palabra. ´
También, hay una crisis de la civilización burguesa. Allí donde ella se ha desarrollado está en crisis con multiples manifestaciones. Allí donde no se ha desarrollado plenamente, presenta una crisis para cuajar... Algunos países ex socialistas es posible que experimenten una situación parecida. Los países musulmanes, que por su cultura (no solo religión) también resisten toda la cultura burguesa, y en ellos hay una crisis de implantación de dicha civilización.
Pero no obstante, la crisis fundamental es de alternativa al capitalismo. Esto hace que el capitalismo no se caiga, porque no tiene para donde, o quién lo tumbe.
Esa es la tarea, buscar la manera de que caiga.
miércoles, 4 de marzo de 2009
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