Por Gregorio Moya E.
La Fuerza de la Revolución y Miuca Acción Por el Cambio anunciaron un alianza con el partido de Zorrilla Ozuna. Como se oye, el partido de Zorrilla Ozuna. No es un agrupamiento ideológico, con una línea política constitutiva. No es sencillamente la tienda que abrió este militar retirado, cuadro político de Hipolito Mejía en sus funestos cuatro años de desgobierno.
Si, el mismo que salió a comprar conciencia, que distribuyó dinero en su labor de promotor de la reelección de Mejía.
¿Cuáles serían los aportes que haría este ex jefe del ejercito a las fuerzas de izquierda y progresistas?
¿Aportaría sus vínculos con las fuerzas armadas, muy necesarias en cualquier proyecto de poder?
¿Aportaría vínculos con los sectores populares, productores, profesionales, clases y sectores de poder?
¿Aportaría al análisis de la realidad, una perspectiva desde la experiencia de los cuarteles?
Creemos que nada de eso. Aporta un nombre y unas siglas. Y ambas cosas no son nada relevante, ni pertinente, en momentos en que es necesario no sólo desplazar del poder a quienes nos gobiernan, sino también a quienes cogobierna.
Por eso es justo el planteamiento Ni Leonel Ni Miguel. Ni ninguno de los socios y beneficiarios de ese poder que usurpan todos los días.
Un acuerdo con Zorrilla Ozuna, Suena mal y huele peor
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