El trabajo cultural y la lucha revolucionaria

Por Gregorio Moya E.

Las fuerzas revolucionarias jugaron un papel importante en lo que se ha llamado el frente cultural, a través de organizar las comunidades, sobre todos los barrios y campos en los clubes culturales y deportivos, en los grupos literarios y folclóricos. Desde los primeros pasos en los años de 1960, y sobre todo después de la guerra de abril de 1965, el trabajo cultural fue un frente fundamental de la lucha revolucionaria. Este frente se ha debilitado al correr del debilitamiento de las fuerzas revolucionarias organizadas, y de la ofensiva de los que se llamó la penetración cultural imperialista.

El sábado 10 de agosto de este 2024 asistimos al Festival urbano de letras limpias organizado por la Fundación Escoba de Capotillo, con el apoyo del Ministerio de Cultura. Fue evidente en el festival urbano de letras limpias la gran necesidad de orientación de la juventud, de formación que le permita colocar contenidos en sus producciones, de procurar desarrollar espacios en los que se procure liberarnos del aturdimiento de los medios de comunicación y de las llamadas redes sociales embrutecedoras.

Esta iniciativa nos plantea a los revolucionarios acerca de plantearnos el trabajo cultural, antecediendo este con una reflexión acerca de sus objetivos, alcances y los procesos a llevar a cabo. Desde el punto de vista liberador, critico y transformador, que debe ser el propósito del trabajo cultural, es necesario asumir este con seriedad, procurando que los valores y las actitudes que nos proponemos desarrollar tengan la posibilidad de desarrollarse. Sin dudas que, sin una política revolucionaria, no habrá un trabajo cultural revolucionario, pero igual, para una política revolucionaria es imprescindible un trabajo cultural revolucionario, es decir, es un círculo donde un elemento alimenta al otro, o donde ambos forman una unidad indisoluble. A partir de la experiencia última de la Fundación Escoba, es necesario barrer todo lo que es dañino, que aunque sea del pueblo no es popular, como fueron la mayoría de las expresiones expuestas en esta actividad.

Estamos retados.