miércoles, 2 de octubre de 2024
¿Reforma constitucional para qué? Para blindar y ampliar derechos
Por Gregorio Moya E.
La realidad dominicana nos dice que es necesario avanzar en mecanismos para garantizar derechos ya establecidos en la Constitución vigente.
Si hay que hacer reformas, estas deben versar en blindar y ampliar los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales, del pueblo dominicano. Si no es para eso, la reforma constitucional no sirve para nada.
La reforma constitucional debe servir para asegurar la igualdad entre los géneros y el respeto a la diversidad. Si es para reforzar el patriarcalismo y las distintas formas de dominación en la familia, las instituciones, los medios productivos, entonces es contraproducente una reforma constitucional.
Si no es para reforzar la sostenibilidad ambiental y la protección de la naturaleza y conferir al Estado y al Gobierno las obligaciones y marcar las tareas para ello, entonces, no a la reforma.
La reforma constitucional debe ser para que el Estado tenga como función principal, la de asegurar las bases materiales para el ejercicio de los derechos fundamentales, los mecanismos institucionales para hacer expedito la satisfacción de los derechos de los ciudadanos y ciudadanas.
Y para lograr esto es necesario que el pueblo se constituya en fuerza para sí, que identifique sus propios intereses, que canalice las formas de exponerlos y defenderlos.
Es decir, es necesario el poder constituyente desde abajo, desde el pueblo. Ese poder constituyente se conforma y configura paralelo al existente, con capacidad de presión para imponer al poder constitucional las medidas y transformaciones necesarias.
Ese camino si garantiza una reforma constitucional que responda a las necesidades y aspiraciones del pueblo dominicano.
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