miércoles, 24 de septiembre de 2025

Piratas en el Caribe en el 2025

Por Gregorio Moya E.

No es lucha contra las drogas la presencia de buques, submarinos y miles de soldados norteamericanos en las aguas del Mar Caribe. Es piratería.

No es lucha contra las drogas lanzar misiles contra supuestas embarcaciones que trasladan drogas. Es asesinato, crimen y terrorismo internacional, sin ninguna base legal, de ninguna nación ni legislación internacional.

La militarización pirata de EEUU en el Caribe, muestra que la recolonización de América Latina es una tarea permanente del imperialismo, dada la lucha de los pueblos contra la dependencia y dominación extranjera.

Esa militarización de las aguas del mar de los caribes, es paralela y articulada con el pentagonismo, que implica conquistar "posiciones de poder" en el propio país imperialista. De tal suerte que los ciudadanos norteamericanos son ciudadanos del imperio, por un lado, y por otra parte, habitantes colonizados por su propias fuerzas armadas, que actúan como dijo Bosch, como ejército de ocupación de su propio país. Hoy día el pentagonismo actualiza sus algoritmos de dominación identificando a los inmigrantes como el enemigo y la justificación para la ocupación colonialista de la misma metrópoli colonizadora, llegando a constituirse la metropocolonia. Un país conformado con inmigrantes, ya sea vía colonialismo, o ya sea por las mareas de migrantes empujados por la miseria, la violencia y la desesperanzas en su propio país.

Un oxímoron, metrópoli-colonia, país de inmigrantes que persigue inmigrantes.

En fin, no es lucha contra las drogas. El pentagonismo, como el imperialismo terrorismo armado, que tiene en las armas una mercancía que tiene que realizarse, y para ello necesita la guerra. Ese imperialismo en crisis hoy día apela a la violencia, como diría Mao, el imperialismo es la guerra.

jueves, 11 de septiembre de 2025

Libro Izquierda Dominicana: Contribución a un marco para una refundación. Un llamado a la reflexión y el debate


Con Popper, Hawking y otros se coincide en que una buena teoría es aquella cuyos principios pueden ser refutados por la observación y la evidencia. Para nosotros, sin embargo, una buena teoría es materia de reflexión y debate, y principalmente, su validez se verifica en la práctica. Y es en la práctica, con sus resultados, donde radica la oportunidad para reflexionar y debatir... de nuevo.

En el caso de un libro, sucede algo similar: debe ser susceptible de ser refutado, y si es un libro de política, aún más. Pero dejando de lado el falsacionismo poperiano, lo esencial es que el libro sirva para la reflexión y el debate.

El libro Izquierda Dominicana. Contribución a un marco para una refundación, y conociendo a su autor, es precisamente para eso: provocar debate, reflexión y análisis. Es un tema candente del movimiento y la sociedad dominicana.

Este libro ofrece una conceptualización precisa, que va más allá de lo semántico y conceptual, para deslindar prácticas y posturas políticas propiamente dichas entre izquierda y derecha. Destaca la diferencia en los principios que recorren como eje la política entre ambos polos, y utiliza el concepto "izquierdas" en plural, acogiendo así la diversidad real de la izquierda. Esta visión amplia es fundamental para una refundación que contemple los alcances de todo el espectro de las izquierdas, aspecto fundamental para superar el sectarismo.

Podemos decir que el libro contiene una historiografía de la izquierda y la política dominicana porque no solo narra hechos o hace un ejercicio histórico, sino que los enmarca en una concepción y un método, llegando incluso a presentar una periodización de la historia de la izquierda en el país. El autor denomina esto "recorrido histórico". Esta periodización es una osadía que tiene un fin pedagógico.

Además, el libro es un ejercicio de descripción de la izquierda. La descripción, entendida como una "pintura con palabras" que representa seres o cosas detallando sus partes, cualidades o circunstancias (Álvarez, 1993), se convierte en una cronografía al captar el movimiento de izquierda y periodizarlo en momentos y procesos históricos. Es un esfuerzo descriptivo que resalta aspectos prioritarios sin caer en caricaturas, y rescata valores fundamentales que acompañaron al movimiento.

El análisis que realiza el autor se apoya en el materialismo histórico, procurando explicar la izquierda dominicana a través de la lucha de clases y la influencia determinante de las condiciones materiales y económicas en la sociedad y la conciencia.

Se subraya en el texto la importancia y los riesgos de la ideología, especialmente en un momento en que algunos afirman que la ideología está extinta o es innecesaria en la vida social. Este punto es fundamental para un debate constructivo de la izquierda que debe generarse a partir de esta obra.

El libro plantea que la ideología es un campo de batalla que comprende estrategias, planes, recursos, instrumentos. así mismo, la valoración de la realidad concreta histórica y coyuntural, los distintos actores y escenarios. La ideología es una batalla política en lo cognitivo, lo factual y lo concreto; una batalla que es tanto intelectual como práctica y actitudinal.

En un mundo donde la comunicación efectiva es clave —como sostiene el profesor Luis Ulloa— este libro destaca por su claridad y ritmo, lo cual facilita su comprensión y contribuye a la comunicación efectiva.

Sin embargo, esta comunicación efectiva no es automática ni voluntaria; a diferencia de la publicidad, un libro requiere interés. Debe atraer sobre todo al izquierdista, orgánico o no, que busque conocer para reflexionar, debatir y actuar consecuentemente.

El libro da cuenta sucintamente de los grandes procesos mundiales en que se enmarca la izquierda, y del reto que representa un capitalismo en evidente agotamiento, un sistema que no ofrece nada a la humanidad ni al planeta, salvo degradación en todos los planos en pos de la ganancia. Un aspecto destacado por el autor, es que el capitalismo tiene más de amenaza que de promesa.

Desde esta perspectiva, el autor propone al socialismo como contenido esencial de cualquier propuesta superadora del capitalismo amenazante. Asume esta postura con todas sus consecuencias, coherente con su militancia revolucionaria, aportando además una valoración crítica de la experiencia socialista mundial.

Los cambios a nivel mundial, que no todos fueron imprevistos, se resumen con la frase de Mario Benedetti que el autor cita: "Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas". Y esa ha sido la realidad. Ante los retos actuales no ha habido respuestas efectivas ni en los proyectos revolucionarios más icónicos e innovadores, ninguno ha logrado superar el capitalismo hasta su eliminación o extinción.

El texto aborda los caminos de la izquierda y el progresismo para gobernar, ganar espacios de poder, tomar o construir poder. El autor plantea que las elecciones son el espacio indiscutible para gobernar y avanzar en la dirección del poder. En ese sentido Ulloa examina el fracaso de la izquierda en lo electoral, sus actitudes, su preparación y visión sobre estos procesos.

La democracia es un tema central en el libro, aún más relevante ante la deriva autoritaria que vive la sociedad y cultura dominicanas, y las interpretaciones lineales de propuestas como la dictadura del proletariado.

El autor analiza los avatares de la izquierda: sus contextos de surgimiento, desarrollo y declive, en un país marcado por una historia de tiranía, atraso, hostilidad extrema de los sectores de poder hacía las fuerzas contestatarias, carencias formativas y teóricas al interior de la izquierda, y la adopción de métodos del sistema que supuestamente cuestionaba. Destaca también el romanticismo, la falta de lectura sistemática de la realidad, el seguidismo, sectarismo y dogmatismo.

Los golpes sufridos —como la muerte de Manolo y sus guerrilleros, la intervención norteamericana, la masacre conocida como operación limpieza, el fusilamiento del Coronel Caamaño, y la desaparición de otros líderes como Moreno y Amaury— fueron en su mayoría subestimados dado que no significaron las reorientaciones lógicas que debieron implementrse. La izquierda a menudo cayó en el voluntarismo y la falta de autocrítica profunda.

La izquierda dominicana ha sido una celebración del heroísmo, la rebeldía, la permanencia y continuidad, estas últimas amenazadas por el agotamiento.

Se resalta en el libro que hubo intentos genuinos y audaces, como UPA, FID, Convergencia Socialista, el 1J4, publicaciones, trabajo de masas, actividad cultural y esfuerzos diversos de movimientos populares, mujeres y clase obrera. Pero con frecuencia, lo que se lograba con las manos se desbarataba con los pies, una realidad que el libro confirma y que no es expresada explícitamente por el autor.

El declive y agotamiento se evidencian en la pobre participación electoral, la pérdida de presencia social y el abandono de los frentes de masas. No se ha realizado, o al menos no es conocido públicamente, un balance riguroso y autocrítico de la participación electoral en 2024. Incluso en el plano teórico y analítico se percibe declive, con una tendencia electoralista que se limita a cuestionar los tiempos y la falta de acciones conjuntas en la coyuntura electoral, y no aborda aspectos estratégicos o logísticos señalados por Ulloa.

El autor invita a buscar explicaciones y, aunque da algunas, su llamado es abierto, especialmente cuando los errores de la izquierda son numerosos, graves y costosos para sus propias ideas, el socialismo y la revolución. Esto sin descontar la presencia constante del enemigo, en el cual no se puede confiar ni un tantito, como diría el Che, "ni un chin" en buen dominicano.

Para concluir, Ulloa propone una valoración crítica de la izquierda y anticipa la necesidad de su refundación, proponiendo pasos clave:

  1. Formular una declaración teórica formal que proclame fundamentos doctrinarios y promesas de realización. Esta declaración servirá como base y referencia, aunque el autor sostiene que no es suficiente.
  2. Llevar adelante pasos prácticos como posicionamientos coyunturales, actitudes y presencias en luchas y búsqueda de soluciones; en suma, el discurso de los hechos, que construirá una identidad y una fisonomía claras para la izquierda en refundación.
  3. Establecer mecanismos que garanticen coherencia entre lo proclamado y la acción.

Ulloa define que la izquierda necesaria debe ser socialista, pluralista y capaz de gobernar. Una izquierda alternativa al capitalismo que simultáneamente participa en luchas por reformas y reivindicaciones, vinculando movimiento y fin, sin caer en la contradicción reforma-revolución.

Lanza un llamado a refundar la izquierda con contenidos principistas y estratégicos. Para ello se requieren militantes comprometidos, capaces de reconocer las limitaciones y imposibilidades de las organizaciones existentes.

Este proceso de refundación debe incluir a la ciudadanía de izquierda que hoy se refugia en la inacción ante la falta de proyectos factibles, así como a quienes se reúnen en clubes, grupos juveniles, ligas deportivas e incluso sectores que confunden defensa de la patria con xenofobia, reduciendo el patriotismo a lo folclórico, despojándolo de su contenido liberador.

Todo esto implica volver a las masas, a los frentes de masas, al trabajo gris y cotidiano, e implementar diálogos estructurantes que atiendan déficits generacionales, demográficos (jóvenes, mujeres), y de clases afectadas por el modelo neoliberal, que desde una estrategia socialista debe ser derrotado en toda la línea.

Hay mucho de reflexión personal en esta presentación sobre lo que la lectura del libro produjo en mí. Pero lo fundamental es su utilización práctica, no para adornar bibliotecas ni generar un artículo más, sino como un llamado urgente al debate y la reflexión para refundar la izquierda dominicana.

Gregorio Moya E.
10 de septiembre de 2025 

Palabras de presentación de libro Izquierda Dominicana: Contribución a un marco para una refundación. 


miércoles, 3 de septiembre de 2025

Asesine, trafique, cometa cualquier tipo de delito y dígase arrepentido y será libre

 Por Gregorio Moya E.

Un recluso organiza un asesinato desde la cárcel en la que estaba como preso preventivo. El mismo es condenado a 10 años de prisión al probarse su responsabilidad penal.

Es decir, estamos frente a un crimen que se planifica, organiza con una conciencia clara de producir la muerte a un ciudadano con acechanza. Es decir, con premeditación y alevosía.

Al parecer, por haber cumplido la mitad de la pena, el criminal condenado gestionó su liberación y le fue concedida como forma de humanización de la pena.

Este caso, aunque parezca de una novela grotesca no lo es, es el caso del señor José Eduardo Ciprián Lebrón cuyo sobrenombre no vamos a repetir, porque es una forma de denostar a las personas acusadas, que utiliza la policía habitualmente.

¿Cuáles fueron las condiciones que presentó José Eduardo Ciprián Lebrón para tener mérito de libertad condicional? Veamos:

  • El condenado José Eduardo Ciprián Lebrón presentó al tribunal una carta de arrepentimiento manuscrito por él,
  • Una carta de garante Luis Miguel Hugo Ramírez, Una evaluación psicológica y
  •  Una certificación de cursos realizados

Con esas condiciones el juez José Manuel Arias concedió la libertad a ese armador de asesinatos, y con ello da el siguiente mensaje a la población: “Asesine, trafique, cometa cualquier tipo de delito y dígase arrepentido y será libre”.

Pero no sólo eso, la fiscalía mostró irregularidades en las condiciones presentadas por el recluso, pero en un humanismo sospechoso, ingenuo ante el carácter de un criminal meticuloso y taimado, le otorgó el juez José Manuel Arias la libertad condicional, sin ninguna condición efectiva.

¡Y haréis justicia!